Tengo un trabajo que NO me gusta

 ¡Hola mundo!

El tema de este post es de los más simples y comunes, en mi caso, tengo mi proyecto de emprendimiento y además trabajo en una empresa en el área de logística, no voy a hablar de algún caso personal y tampoco hago referencia a mi momento actual, solo será un tema de injerencia popular.




Desde que comencé mi vida laboral me apasionó demasiado el poder desarrollar mi carrera y enriquecerla con conocimientos prácticos nuevos, y debo confesar que no es nada parecido a la escuela, toda la teoría que ahí aprendes no se compara con aplicarlo dentro de una empresa, a veces éstas ya tienen sus formas y sus procedimientos, algunas te permiten aplicar cosas nuevas y otras solo te llevan a adaptarte a sus costumbres  para trabajar y son estas últimas las que quizás nos ponen en el dilema de que no nos guste nuestro trabajo, te vuelven rutinario llegar todos los días y que no haya nada nuevo, como una máquina te sientas en tu escritorio a hacer lo mismo que el día anterior, son este tipo de empresas las que ocasionan que NO nos guste lo que hacemos, pero eso no quiere decir que el trabajo no sea bueno o que la empresa sea mala, yo creo que es cuestión de mentalidad de los dirigentes para pensar en cambiar algo o dar la oportunidad a nuevas ideas; es en esta parte donde pueden darse cuenta si algún elemento es valioso para su equipo de trabajo, pero si no se le da la oportunidad de desarrollarse quizás jamás lo descubran.

Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en México, el 75% de los mexicanos padecemos fatiga por estrés laboral, estando por encima de países como China y Estados Unidos, ¿Puedes creerlo? y ¿Sabías que el estrés es contagioso? ¡Sí! así como lo estás leyendo, se contagia solamente con estar cerca o visualizar a una persona que lo está padeciendo, eso aumenta tu nivel de cortisol aún siendo solamente el observador, es casi increíble pero en el ambiente laboral es muy común y lo padecemos muchas de las veces sin darnos cuenta.

Hay ocasiones en que el ambiente en los trabajos tampoco ayuda a enamorarnos de él, esto es muy independiente de tus responsabilidades y las actividades que te asignan, estas pueden gustarte, sin embargo, el ambiente se vuelve pesados debido al carácter y comportamiento de nosotros como compañeros de trabajo y los dirigentes de la empresa, todos influimos en este aspecto.

¿Qué hacer si no me gusta el trabajo en el que estoy? La respuesta más fácil y la que esperamos todos es "¡Renuncia!" (hasta yo quisiera escucharlo), pero no lo voy a plantear de esa manera porque no sé cómo o cuál es la situación por la que estás pasando y si mi respuesta sea la más viable a tu momento, además no soy una persona calificada para determinar o influir en tus decisiones, todo es únicamente decisión propia y personal; así que mejor hagamos esto un poco más interno, no precipitemos ninguna decisión, lo mejor es pensarlo bien, probablemente tenemos la oportunidad de mejorar el empleo en el que nos encuentras hoy, vamos a ser positivos (aunque sé que les pudiera causar gracia esta parte),  hacer un cambio de mentalidad, de actitud y de rutina primero, llevar a cabo un período de prueba y si esto nos sigue estresando ahora sí dar un segundo paso con un plan B o C, es importante que lo tengamos bajo la manga por cualquier cuestión que pueda presentarse, intentemos ver el lado positivo de las cosas y llevar a nuestra vida experiencias nuevas y enriquecedoras, todo pasa por algo y de cada situación aprendemos una lección, así que tranquilizarnos primero, respiramos y analizamos antes de tomar cualquier decisión definitiva, recuerden que todo trae consigo consecuencias y habrá que afrontarlas.

Creo que es lo suficientemente válido decir que algo no nos gusta cuando no estamos cómodos con algo, con alguien o en algún ambiente o situación, sin embargo, en cuestión de trabajo debemos ser lo suficientemente profesionales y éticos para no dejarlo tirado solo porque hoy me di cuenta que es algo que no me hace feliz, sea cual sea la razón por la que nos dieron la oportunidad de estar ahí, para bien o para mal nos tomaron en cuenta, hay que ser profesionales y agradecidos para informar nuestra incomodidad y motivo de renuncia con tiempo prudente, para que tanto tú como tu jefe puedan quedar respaldados en el puesto y las actividades que desarrollas en su empresa. Al menos ese en mi principio como persona y como profesionista, es la educación que recibí tanto en mi casa como en la escuela, agradecimiento y cordialidad.

En esta parte de la historia es donde sugiero disfrutar de las cosas que más nos gusta hacer, de la familia, los amigos y todo lo que nos haga feliz, eso ayuda mucho a despejar la mente y a mantenernos vivos y de pie, atrévete a hacer ese cambio, empieza hoy, el primer paso es inmediato, vive en el presente y relájate con precaución. Desarrollar nuestros talentos y convertirlos en pasión a veces ayuda mucho para el estrés cotidiano, quizás sea ese el plan de salvamento para ese trabajo que NO nos gusta. ¡Piénsalo! 😉



Hasta la próxima.




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